Cuando el bosque gana valor: conservación privada en Alagoas, Brasil
En el estado de Alagoas, en el noreste de Brasil, la conservación privada está cobrando un nuevo impulso gracias a un modelo que combina incentivos reales con soluciones técnicas adaptadas al contexto local.
A través del mecanismo de Pago por Servicios Ambientales (PSA), implementado por el Instituto del Medio Ambiente de Alagoas (IMA) y con el apoyo de SAVE Brasil, se consolidaron acuerdos de conservación con un grupo inicial de siete propietarios rurales.
Estos acuerdos ofrecen pagos directos, asistencia técnica, asesoría legal y capacitación. El resultado: mayor confianza entre los actores locales, apertura de nuevas alianzas y una gestión más sólida de las Reservas Particulares del Patrimonio Natural (RPPN).
Restauración y economía local
The program also promotes active restoration in degraded areas, applying techniques such as mechanized direct seeding with native seeds, assisted regeneration, and seedling planting. To sustain this effort, local seed collection networks have been created to supply restoration work, diversify rural families’ incomes, and strengthen the local economy.
El programa también promueve la restauración activa en áreas degradadas, aplicando técnicas como siembra directa mecanizada con semillas nativas, regeneración asistida y plantación de plántulas. Para sostener este esfuerzo, se han creado redes locales de recolección de semillas, que abastecen los trabajos de restauración, diversifican los ingresos de las familias rurales y fortalecen la economía local.
La iniciativa también ha llegado al aula: en la RPPN Pedra D’Antas, la conservación del bosque se ha integrado al currículo municipal. Así, los niños crecen reconociendo el valor de estos ecosistemas, generando desde temprana edad un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el paisaje.
Un modelo replicable
Lo que ocurre en Alagoas demuestra cómo los incentivos bien diseñados pueden transformar dinámicas históricas de degradación. Aquí, el bosque comienza a tener un valor económico y social tangible. Este modelo muestra que la conservación avanza cuando se conecta con los intereses y aspiraciones de quienes habitan el territorio, ofreciendo una ruta replicable para otras regiones de Brasil y más allá.